Add parallel Print Page Options

Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas, y estaba lleno de ojos por fuera y por dentro.(A) Día y noche no cesaban de decir: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso,(B) el que era, el que es, y el que ha de venir.» Cada vez que aquellos seres vivientes daban gloria, honra y acción de gracias al que estaba sentado en el trono y que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro ancianos se postraban delante de él y lo adoraban, y mientras ponían sus coronas delante del trono del que vive por los siglos de los siglos, decían:

Read full chapter